¿Sabías que para el año 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 60 años? Esta realidad nos invita a repensar cómo vivimos y diseñamos nuestras ciudades, buscando entornos urbanos inclusivos para personas mayores que fomenten un envejecimiento saludable y activo. Ante este desafío global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lidera con fuerza la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores, una iniciativa que ya conecta a más de 1,700 ciudades en 60 países, alcanzando a más de 330 millones de habitantes.

Hoy quiero invitarte a explorar cómo esta iniciativa global para envejecimiento saludable está transformando nuestras comunidades para que todas las personas puedan envejecer con dignidad y autonomía. A lo largo de este artículo recorreremos los pilares fundamentales de esta red, sus beneficios clave, y cómo cada ciudad y persona puede sumarse a este movimiento global.

¿Qué es la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores?

La Red Mundial OMS de Ciudades Amigables con las Personas Mayores (también conocida como GNAFCC) es una plataforma de colaboración e intercambio entre ciudades comprometidas a crear entornos que respondan realmente a las necesidades de las personas mayores. La OMS entiende que son ellas mismas quienes mejor conocen sus retos, por eso su participación activa es el corazón de esta red.

¿El objetivo principal? Crear comunidades adaptadas para la diversidad del envejecimiento, haciendo frente a las desigualdades y promoviendo urbanismo amigable con la edad. Esta red forma parte de la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030, una estrategia clave para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

El marco de acción OMS: Ocho áreas clave para ciudades más inclusivas

La OMS ha identificado ocho dominios fundamentales para construir entornos seguros para adultos mayores. Estos dominios fueron definidos tras consultar directamente con miles de personas mayores en diversas culturas, lo que los hace profundamente humanos y relevantes:

• Espacios al aire libre y edificios: parques accesibles, calles seguras y aceras adecuadas.
• Transporte: sistemas públicos adaptados, con información clara y vehículos accesibles.
• Vivienda: viviendas adaptadas para el envejecimiento, con servicios cercanos y reformas accesibles.
• Participación social: actividades culturales, deportivas y recreativas inclusivas.
• Respeto e inclusión social: combatir estigmas y fomentar el trato digno en todos los entornos.
• Participación cívica y empleo: impulsar la participación social de personas mayores en ciudades y su empleabilidad.
• Comunicación e información: garantizar que los mensajes lleguen en formatos adecuados para todas las capacidades.
• Apoyo comunitario y servicios de salud: fortalecer servicios y apoyos para envejecimiento activo de calidad y cercanos al hogar.

Estos pilares no solo mejoran la calidad de vida en la vejez, sino que también benefician a toda la sociedad: niños, personas con discapacidad y familias. Diseñar pensando en la edad es, en realidad, diseñar con visión de futuro.

Casos que inspiran: Comunidades que ya están haciendo cambios

Ciudades como Manchester (Reino Unido), Barcelona (España) o Ciudad de México (México) ya son parte activa de la Red GNAFCC OMS, implementando estrategias locales que han demostrado beneficios concretos. Desde nuevas rutas accesibles de autobuses hasta redes de voluntariado vecinales o programas de alfabetización digital para mayores, los ejemplos son inspiradores.

Gracias a este enfoque, se están fortaleciendo la inclusión social de adultos mayores en comunidades, su bienestar emocional y su conexión intergeneracional, lo cual lleva a un envejecimiento no solo saludable, sino pleno y significativo.

Beneficios tangibles de construir ciudades amigables para envejecer

Implementar el marco de acción OMS para ciudades amigables con la edad tiene fuertes impactos positivos a distintos niveles:

• Mejor salud física y mental en adultos mayores.
• Menor aislamiento social y soledad no deseada.
• Mayor independencia y autonomía personal.
• Dinámicas intergeneracionales más fuertes.
• Reducción de barreras para personas con movilidad reducida.

Y lo mejor: muchas de estas estrategias pueden integrarse en los planes urbanos existentes, con una escucha activa y participación real de la población mayor como punto de partida.

Conclusión: Caminando juntos hacia comunidades más humanas

Como ves, construir ciudades amigables para envejecer con dignidad no es una utopía. Es una realidad posible, si escuchamos activamente, planificamos con empatía y colaboramos desde distintos sectores. La Estrategia OMS para envejecimiento digno nos da no solo el marco, sino también la inspiración y las herramientas para transformar nuestras ciudades en espacios verdaderamente inclusivos.

Así que te propongo algo: pensemos juntos, desde donde estemos, qué pequeños cambios podríamos impulsar en nuestro entorno para hacer de nuestras calles, comunidades y servicios lugares que abracen la diversidad de edades. Porque envejecer, como vivir, es un derecho para todos.

¿Te animas a formar parte del cambio?

Comparte este artículo, únete al debate en los comentarios o explora si tu ciudad ya forma parte de la Red Mundial de Ciudades Amigables OMS. Si no lo hace, ¿por qué no iniciar hoy una propuesta ciudadana? El momento es ahora.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es la Red Mundial OMS de Ciudades Amigables con las personas mayores?
Es una plataforma internacional impulsada por la OMS que promueve la transformación de entornos urbanos en lugares inclusivos y seguros para personas mayores, con más de 1,700 ciudades miembros alrededor del mundo.

¿Qué beneficios trae una ciudad amigable con la edad?
Mejora la calidad de vida de las personas mayores, previene el aislamiento, impulsa su participación social y genera una ciudad más accesible para todos.

¿Cómo puede una comunidad sumarse a la iniciativa de envejecimiento saludable y activo?
Lo principal es crear conciencia local, establecer diagnósticos participativos con las personas mayores, y presentar un plan de acción alineado con los principios de la OMS para integrar la red.

¿Es costoso adaptar una ciudad para el envejecimiento?
Algunas acciones requieren inversión, pero muchas pueden lograrse con voluntad política, cambios normativos y participación comunitaria. Además, los beneficios a largo plazo superan ampliamente los costos iniciales.

¿Dónde puedo saber si mi ciudad ya es parte de la red?
Puedes consultar el listado actualizado de ciudades y comunidades miembro en Age-Friendly World.