De los datos a la dignidad: Por qué necesitamos sistemas de información pública centrados en las personas mayores
¿Cómo diseñamos políticas públicas si no conocemos realmente la realidad de quienes más las necesitan? En España, el 40% de la población ya tiene más de 50 años, y cerca del 20% supera los 65. Esta cifra seguirá creciendo, alcanzando el 24% en 2030. Sin embargo, los datos que utilizamos para tomar decisiones sobre esta población siguen siendo dispersos, incompletos o directamente inexistentes.
Este post explora por qué urge crear sistemas de información pública para personas mayores que no solo ofrezcan estadísticas, sino que respeten su dignidad, reflejen sus realidades diversas y sirvan como base para políticas públicas más humanas y eficientes.
Una población que envejece… ¿invisiblemente?
En 2024, más de 9,5 millones de personas en España tienen 65 años o más. Para 2030, serán más de 11 millones, representando casi un cuarto de la población. Y si incluimos a los mayores de 50, hablamos de 19 millones de personas, casi el 40% del total.
¿Qué significa esto? Que cada política pública, desde la sanidad hasta el urbanismo, debe estar basada en datos actuales, segmentados y representativos. Necesitamos saber cómo viven, qué salud tienen, cómo participan en la sociedad y qué barreras encuentran.
Pero la falta de datos desglosados por edad o de sistemas permanentes de monitoreo impide una respuesta eficaz. Esta realidad ha comenzado a cambiar con iniciativas como el Observatorio de Datos x Mayores, un paso esencial hacia una mirada más humana y basada en evidencias.
Más que números: dignidad, derechos y visibilidad
Los derechos humanos y el acceso a información para adultos mayores están correlacionados. Sin información confiable, no solo se dificultan las intervenciones públicas, también se invisibilizan desigualdades y se perpetúa el edadismo.
Para asegurar la dignidad en la vejez, los sistemas deben centrarse en:
- Respetar la protección de datos personales de adultos mayores.
- Generar indicadores sobre participación social, salud física y mental, condiciones económicas y entornos inclusivos.
- Permitir que los propios mayores participen en la producción, verificación y análisis de esa información, fomentando la inclusión digital de personas mayores.
La tecnología como aliada (y no como barrera)
La digitalización puede ser una oportunidad o una amenaza. Actualmente, la brecha digital y el acceso a servicios para mayores sigue siendo una barrera real: en muchos casos, ni siquiera pueden acceder a los portales donde se publica la información que los afecta.
Para que los datos sean útiles y accesibles, necesitamos que sean presentados en formatos accesibles, comprensibles y adaptados. Además, deben ir acompañados de programas de capacitación digital para personas mayores, como parte de sus derechos de ciudadanía.
Lo que debemos monitorear para cambiar la realidad
Existen aspectos clave que los sistemas accesibles de información pública para mayores deben incorporar:
- Condiciones de vivienda y acceso a servicios básicos.
- Estado de salud y enfermedades prevalentes.
- Recursos económicos y niveles de pobreza.
- Causas de mortalidad y acceso a cuidados a largo plazo.
- Participación en actividades sociales y comunitarias.
Solo con indicadores claros podremos avanzar hacia políticas públicas basadas en datos para personas mayores, que respondan a sus necesidades reales y a su diversidad.
Datos con enfoque humano, para una vejez con propósito
Una preocupación creciente en el ámbito de la planificación social es que la «datificación» reduzca a las personas mayores a cifras. Por eso, aspiramos a datos que no desplacen su centralidad como sujetos de derechos, sino que la refuercen.
Los monitoreo y evaluación de políticas para personas mayores deben contar con su participación efectiva. No podemos construir una sociedad inclusiva sin escuchar, mirar y entender a quienes la sostienen con su experiencia, memoria y sabiduría.
En resumen: de los datos a la acción, y de la acción a la dignidad
Los próximos años serán clave para adaptar nuestras instituciones, políticas y servicios a un país envejecido. Pero este cambio solo será justo si se hace sobre datos concretos, accesibles y diseñados con enfoque de derechos.
Desde el Observatorio de Datos x Mayores, ya se ha comenzado ese camino. Pero queda mucho por hacer para garantizar un acceso equitativo a información para adultos mayores que respete su dignidad, recoja sus voces y guíe decisiones justas para una vejez activa y feliz.
¿Nos acompañas a construir ese futuro?
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Por qué es importante la creación de sistemas de información pública para personas mayores?
Porque permiten diseñar políticas alineadas con sus necesidades reales y garantizan su inclusión y visibilidad social.
¿Qué relación existe entre los datos sobre personas mayores y la dignidad?
Tener datos reales y desagregados permite identificar desigualdades y evitar el edadismo, fortaleciendo los derechos y dignidad en la vejez.
¿Cómo se puede garantizar el acceso a la información pública para adultos mayores?
Implementando lenguajes accesibles, formación digital, interfaces amigables y sistemas participativos donde los mayores sean actores activos.
¿Qué impacto tiene la inclusión digital de personas mayores en su calidad de vida?
Les permite acceder a servicios, seguir aprendiendo, conectarse con su entorno y participar activamente en la vida social y política.
¿Cómo se protege la privacidad de los datos personales de adultos mayores?
A través de regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y buenas prácticas en el uso y anonimización de información.
¿Qué tipo de políticas públicas basadas en datos benefician a las personas mayores?
Aquellas que abarcan salud, transporte, vivienda, educación continua y participación comunitaria, todas fundamentadas en evidencia y enfoque humano.