No se trata de que aprendan todo, sino de que la tecnología se adapte a ellos
Una mirada gerontológica al futuro de la inclusión digital
¿Y si cambiamos la lógica?
¿Por qué seguimos esperando que las personas mayores se adapten al ritmo vertiginoso de las nuevas tecnologías? En una realidad donde el 53% de los adultos mayores de 75 años en Argentina utilizan tecnología, y esta cifra asciende al 84% entre los de 60 y 74, es evidente que algo está cambiando.
Pero hay una brecha silenciosa que no podemos ignorar: la brecha digital de la tercera edad no se debe tanto a falta de capacidad cognitiva como al miedo, a la baja autoeficacia y a diseños que simplemente no están hechos pensando en ellos. Este artículo es una invitación a mirar la tecnología desde una lente gerontológica, empática y humana. Porque tecnología adaptada a personas mayores significa, sobre todo, construir futuro con respeto.
Gerontología y tecnología: una alianza necesaria
La innovación en gerontotecnologías nos invita a pensar en herramientas diseñadas para potenciar el envejecimiento activo. Ya no hablamos sólo de facilitar el uso, sino de generar dispositivos y plataformas que respondan a las necesidades físicas, emocionales y sociales de quienes más lo necesitan.
La adaptación tecnológica en la tercera edad no sólo aumenta su calidad de vida; también reduce el riesgo de aislamiento, mejora la comunicación con familiares, estimula cognitivamente y posibilita una mayor autonomía. Sin embargo, el cambio debe ser cultural y estructural: no se trata de forzarlos a comprender cada app, sino de crear tecnologías que hablen su idioma.
Retos y beneficios de la tecnología en la tercera edad
Existen múltiples barreras que deben abordarse desde un enfoque multidisciplinario. Desde la gerontología y el desarrollo tecnológico, es clave minimizar obstáculos físicos y emocionales que impiden disfrutar del potencial digital:
- Barreras emocionales: miedo a dañar dispositivos, creer que “ya es tarde para aprender”.
- Barreras físicas: visión reducida, dificultad motora para pantallas táctiles pequeñas.
- Interfaces poco amigables: sobredosis de información y funcionalidad que abruman.
Pero también hay luces encendidas: el 85% de los pacientes mayores con diabetes usan tecnología para monitoreo, y el 60% afirma estar abierta a nuevas soluciones. De hecho, el 40% reporta mejoras en su control y calidad de vida gracias a dispositivos como monitores de glucosa inteligentes.
Estas cifras muestran que cuando la tecnología es útil, clara y empática, su adopción es más natural.
Innovación tecnológica y movilidad en la vejez
Hoy ya existen dispositivos inteligentes para mayores pensados específicamente para su realidad:
- Teclados con letras grandes y botones físicos en lugar de touch.
- Relojes y colgantes con GPS y alertas de emergencia.
- Interfaces simplificadas en celulares o asistentes virtuales en la tercera edad como Alexa o Google Home para realizar tareas sin tener que tocar una pantalla.
- Apps de telemedicina para control de salud a distancia.
Estas tecnologías AAL para la autonomía senior (Ambient Assisted Living) buscan no sólo mejorar su día a día, sino también prolongar la vida independiente, algo profundamente valorado por la mayoría de las personas mayores.
Hacia una inclusión digital real
En Europa, el 70% de adultos mayores están conectados a internet, pero el 77% afirma necesitar ayuda para usar smartphones, y el 56% necesita apoyo para redes sociales. En España, el crecimiento del uso digital en mayores de 75 años ya alcanza el 41.7%.
Aún queda camino por recorrer. Pero si fomentamos la capacitación acompañada, interfaces simplificadas y una mirada inclusiva, podremos cerrar la brecha. No pidamos que “lo entiendan todo”, sino que la tecnología se adapte a ellos. La inclusión digital en adultos mayores es también un deber ético.
Conclusión: Tecnología que acompaña, no que reemplaza
La clave está en diseñar pensando con ellos, y no para ellos. La verdadera adaptación tecnológica para adultos mayores no consiste en imponer avances, sino en facilitar herramientas que se integren con respeto a sus necesidades, tiempos y vínculos.
Desde la gerontología y nuevas tecnologías para el envejecimiento activo, debemos construir puentes —no muros— entre generaciones. Porque el futuro digno y digital también les pertenece.
¿Estás listo para ayudar a construir una tecnología más inclusiva?
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Qué es la tecnología adaptada para personas mayores?
Es aquella diseñada o modificada para responder a las capacidades físicas, cognitivas y emocionales específicas de las personas mayores para ayudarlas a comunicarse, informarse o cuidar su salud de manera sencilla y autónoma.
¿Cómo contribuye la gerontología al desarrollo tecnológico?
La gerontología analiza las necesidades del envejecimiento y colabora con expertos en tecnología para crear soluciones que promuevan la inclusión, el bienestar y la autonomía en la tercera edad.
¿Qué beneficios aporta la tecnología al envejecimiento activo?
Mejora la comunicación, evita el aislamiento, permite el monitoreo de salud, estimula el pensamiento y alarga la independencia funcional.
¿Qué retos enfrenta la adaptación tecnológica para adultos mayores?
Falta de formación digital, miedo al error, interfaces poco accesibles y baja percepción de utilidad son algunos de los principales desafíos.
¿Qué dispositivos tecnológicos mejoran la calidad de vida de los mayores?
Tablets con interfaces simples, relojes con GPS, asistentes por voz, cámaras de monitoreo, apps de salud y plataformas de videollamadas como WhatsApp o Zoom.
¿Qué es la telemedicina y cómo ayuda a las personas mayores?
Es la atención médica a distancia mediante la tecnología. Permite que los mayores se controlen con médicos sin salir de casa, ideal para movilidad reducida o zonas lejanas.